El Profesorado de Geografía es una carrera de cuatro años de duración orientada a la formación integral de los futuros docentes de esta disciplina del nivel medio de la enseñanza.

Nos proponemos con nuestra labor ofrecer los contenidos más actualizados sobre este campo de conocimiento y los procedimientos para su enseñanza. De este modo, por ejemplo, estudiamos a los grandes problemas ambientales que aquejan a nuestro país y al mundo no como producto de simples casualidades o de sólo raras anomalías en las dinámicas naturales, sino producto causas sociales (con su impronta política) claramente identificables (aunque no del todo evidentes) que contribuyen a su generación. De igual modo, los problemas de las desigualdades sociales tienen correlatos geográficos que procedemos a desmenuzar y analizar. También es de crucial importancia estudiar cómo las poblaciones responden a problemas y desafíos impuestos por los marcos geográficos socialmente producidos: movimientos de protesta por problemas con el medio ambiente, acciones colectivas de mujeres por una espacialidad más justa (poniendo en evidencia la expresión territorial del patriarcado), las reivindicaciones territoriales de los pueblos originarios o las diferentes formas de reconocimiento de visibilidad espacial reclamados por las diversidades sexuales, entre otras, forman parte de esta agenda que trabajamos en esta Institución. Este conjunto de temas está al servicio de un objetivo fundamental de nuestra carrera: el de contribuir al fortalecimiento de la democracia social, política, civil y cultural en el día a día de nuestras vidas cotidianas, a través de la luz emancipadora que nos otorga el conocimiento desarrollado en el marco de una institución centenaria como la que nos alberga y convoca con su tradición: la “Sociedad Luz”.

Encaramos la formación docente en el marco sociohistórico y sociopolítico del presente en el cual se encuentran tanto los futuros profesores como los docentes que nos desempeñamos en esta Institución. Por este motivo concebimos a la Geografía como una disciplina que contribuye, junto a otras -muy especialmente la Historia que también se dicta en este Profesorado- a identificar y desentrañar las fuerzas sociales y políticas presentes en los espacios geográficos. De este modo, el enseñar y aprender Geografía supone un posicionamiento personal y profesional que va mucho más allá de la mera transmisión y recepción de contenidos. En efecto, no se trata de adquirir un paquete de conocimientos estáticos, inertes, sólo orientados a su reproducción para aprobar un examen, sino propender a una formulación amplia de los mismos posibilitando, desde la Geografía, el poder interrogar al mundo social. Es, en suma, aprender a conocer cuáles son las fuerzas sociales que nos limitan, pero también nos habilitan a la acción geográfica. Enseñar y aprender Geografía implica, entonces, aprender constantemente sobre esas fuerzas que nos constituyen como integrantes de la sociedad y de las geografías por ésta generada y, desde allí, poder pensar y articular colectivamente procesos de cambio orientados a la emancipación de uno mismo y de la sociedad a la que pertenecemos.

Este proceso de formación integral supone, por lo tanto, una toma de distancia frente a lo que en la sociedad y sus geografías parece dado y evidente (muchas veces relatado desde los medios de comunicación con intencionalidades específicas alejadas del bien común de la sociedad) y, en esa toma de distancia crítica, poder descubrir todo aquello que “no se ve” a simple vista en los territorios, lo cual nos será de utilidad para entenderlos.

En suma, nuestro Profesorado de Geografía invita a todos aquellos interesados en “saber” Geografía y en transmitirla en función del cambio social emancipador, a entrar en el mundo del “descubrimiento” de todo aquello que no se ve de manera evidente en la sociedad pero que incide sobre nuestras vidas. Esto, entonces, es una aventura como la de aquellos exploradores de siglos pasados de tierras lejanas y extrañas, quienes no sabían bien qué es lo que iban a encontrar en esas tierras, pero, aun así, sabían que lo novedoso, lo diferente, lo distinto, lo apasionante, los estaba esperando. Hoy, aquí, nuestra aventura geográfica, con todo el planeta Tierra ya conocido, todas las tierras ocupadas y exploradas y todo el avance tecnológico a nuestra disposición, no necesita que recorramos miles de kilómetros para sorprendernos: nuestra aventura geográfico-intelectual se basa en dejarse sorprender a través del esfuerzo, la dedicación, y sistematicidad necesarias para estudiar Geografía y poder ser más libres descubriendo los disimulados hilos del poder geográfico. Como los viejos exploradores geográficos necesitamos hoy, tanto como ellos en aquel entonces, pasión, disciplina y dedicación para realizar este recorrido emancipador compartido en camaradería con otros compañeros también subidos a esta nave exploradora.

Lic. Sebastián Díaz
 Coordinador de la Carrera de Geografía